El hipocampo, conocido coloquialmente como "caballito de mar" por su forma, es uno de los órganos más importantes implicado en funciones cognitivas tales como la memoria, el aprendizaje, el comportamiento, o el estado de ánimo. Se encuentra en el lóbulo temporal y, a su vez, forma parte del sistema límbico o también llamado “cerebro emocional”.
Una de las funciones más importantes del cerebro es la creación y retención de imágenes representativas del mundo que lo rodea, utilizando información proporcionada por la gran variedad de sistemas sensoriales a su disposición, con el objetivo de adaptar la conducta a las tribulaciones de dicho mundo. A este proceso se le conoce como Aprendizaje, para hacer referencia al momento en el que se crean esas representaciones y Memoria a la retención de dichas representaciones a lo largo del tiempo.
En relación al almacenamiento de estas representaciones, el hipocampo es el encargado de la formación de recuerdos declarativos de los acontecimientos tanto episódicos como autobiográficos, además de estar relacionado con el componente emocional de dichos recuerdos.
Por otro lado, también parece ser una estructura imprescindible para procesar y recordar la información espacial y del contexto. Las lesiones en el hipocampo y sus conexiones con la corteza cerebral producen déficits selectivos en la memoria declarativa, concretamente puede afectar a la memoria espacial. Las lesiones en esta parte del cerebro parecen alterar la capacidad de aprender relaciones espaciales y su posterior recuerdo. Por ejemplo, pacientes con lesiones hipocampales presentan graves dificultades para ejecutar tareas que impliquen capacidad espacial como realizar recorridos familiares, seguir indicaciones en un mapa, etc. Además, diversos estudios han demostrado que el hipocampo se activa cuando se intentan buscar atajos o nuevas rutas en lugares familiares. Por ejemplo, se ha visto a través de técnicas de neuroimagen que los taxistas, lo cuales aprenden un gran número de lugares y rutas entre ellos, presentan un hipocampo más voluminoso.
¿Qué importancia puede tener el hipocampo en la primera infancia?
La mayoría de las personas no recuerda las experiencias vividas en los primero 3 o 4 años de vida, lo que se conoce como “amnesia infantil”. Aunque durante algunos años esto se ha atribuido a la falta de desarrollo del hipocampo, hay numerosos estudios de neuroimagen que muestran que, en los bebés de tan sólo tres meses, se activan zonas del hipocampo relacionadas con el reconocimiento y el aprendizaje de patrones simples. Por lo tanto, aunque el ser humano no pueda recordar gran parte de sus experiencias infantiles, estas se registran permitiendo su aprendizaje no consciente.
No obstante, habría que diferenciar la clásica amnesia infantil de la amnesia del desarrollo. Esta última se trata de una afectación de la memoria episódica, es decir del recuerdo de información autobiográfica y eventos de la vida cotidiana, pero en la que se preserva el aprendizaje semántico y procedimental. Esta afectación parece estar causada por un daño parcial en ambos hipocampos a edades muy tempranas por una posible encefalopatía hipóxicoisquémica perinatal.
Epilepsia e hipocampo
La epilepsia es una de las condiciones médicas que puede afectar al hipocampo. El caso más conocido en este sentido es el caso del paciente H.M. Este paciente sufría una grave epilepsia a raíz de un accidente durante su infancia, cuyas crisis fueron empeorando con el tiempo. Para paliar este problema le propusieron extirparle parte de los lóbulos temporales mediales, incluyendo parte del hipocampo y de la amígdala. Aunque las crisis epilépticas se redujeron significativamente, H.M. era totalmente incapaz de formar nuevas memorias, es decir, sufría lo que se conoce como de amnesia anterógrada. En estudios posteriores, al comparar la lesión de H.M. con la de otros pacientes con lesiones similares, era evidente que la memoria explicita dependía de ciertas estructuras dentro del lóbulo temporal, específicamente del hipocampo.
Además, en estudio de neuroimagen, se ha observado que la presencia de focos epileptógenos en el hipocampo provocan daños en sus neuronas, lo cual puede explicar la prevalencia de trastornos de memoria y del aprendizaje en personas con epilepsia del lóbulo temporal.
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