Hoy os traemos un juego de la infancia para realizar en casa. Únicamente necesitamos una pelota que bote y una pared, así que ¡manos a la obra!
¿En qué consiste el juego?
Tenemos que ir lanzando el balón contra la pared de 10 formas distintas a la vez que vamos contando las repeticiones. Pero no de forma simple, hay que ir contando “achiviris” (que serían las repeticiones) de forma progresiva, es decir, achiviri uno, achiviri dos, achiviri tres, etc.
Aunque se puede jugar de forma individual, lo conveniente es que estén presentes al menos dos jugadores. Hay que respetar el orden y, si alguien falla, le toca al siguiente. Cuando le corresponda nuevamente su turno vuelve a repetir la secuencia que falló.
Secuencias de juego:
Lanzamos la pelota contra la pared y la cogemos (10 repeticiones).
Lanzamos la pelota contra la pared, damos una palmada y la cogemos (9 repeticiones).
Lanzamos la pelota contra la pared, dejamos que dé un bote en el suelo y la cogemos (8 repeticiones).
Lanzamos la pelota contra la pared a pata coja y la cogemos (7 repeticiones).
Lanzamos la pelota contra la pared a pata coja, dejamos que dé un bote en el suelo y la cogemos (6 repeticiones).
Lanzamos la pelota contra la pared con una sola mano y la cogemos con esa misma mano (5 repeticiones).
Lanzamos la pelota contra la pared, damos una palmada delante del cuerpo, otra a la espalda y cogemos la pelota (4 repeticiones).
Lanzamos la pelota contra la pared y cuando bote en el suelo la saltamos por encima (3 repeticiones).
Lanzamos la pelota contra la pared por debajo de una pierna levantada en el aire y la cogemos (2 repeticiones).
Lanzamos la pelota contra la pared, damos una vuelta completa y la cogemos (1 repetición).
Gana quien alcanza antes las 10 secuencias. Pero no será nada sencillo, ya que tenemos que enfrentarnos a múltiples obstáculos (que se nos caiga la pelota, no contar bien los “achiviris” o despistarnos), que harán a su vez que el juego sea más divertido. Es muy importante que estemos pendientes no sólo de nuestro turno, puesto que, si no nos damos cuenta del error del compañero/a, seguirá avanzando.
Se pueden incluir todas las variantes que se quieran, como lanzar la pelota con dos manos por encima de la cabeza o en cuclillas. De esta forma, nos podemos adaptar a la edad y capacidad del niño/a.
A través de este juego podemos estimular numerosas funciones como la coordinación motora (al lanzar la pelota y recogerla de diferentes formas); memoria de trabajo (al contar ascendentemente los “achiviris” sin equivocarnos); velocidad de procesamiento (al tener que incrementar la velocidad); atención alternante (al tener que ir contando “achiviris” a la vez que vamos lanzando la pelota); planificación (al programar la estrategia); flexibilidad cognitiva (al cambiar de secuencia o cambiar el turno); memoria (al recordar en qué secuencia nos quedamos la vez que fallamos anteriormente), etc. Además, hacemos actividad física mientras jugamos y podemos hacerlo en casa, así que… ¿a qué esperamos para divertirnos?