En las primeras etapas de la vida el sistema visual se desarrolla fundamentalmente a través de la experiencia, por ello, es importante darles la oportunidad a los niños de jugar e investigar con todos los elementos que rodean su ambiente ya que paralelamente a este desarrollo comienza su interacción con otros sistemas.
El procesamiento visual comienza cuando una información llega a nuestros ojos formando una imagen que asciende hasta el cerebro, una vez allí se ponen en marcha una serie de mecanismos a los que llamamos habilidades visoperceptivas, encargados de extraer y organizar dicha información e integrarla con otros sentidos (odio, olfato, sensoriomotriz, etc.) y con funciones cognitivas superiores (como atención, memoria, o lenguaje, entre otras). En resumen, la visopercepción permite el reconocimiento, recuerdo y manipulación de la información visual.
Estas habilidades, se componen a su vez, de:
Las habilidades viso-espaciales, que permiten la interacción (real o imaginaria) con el espacio, la identificación y representación de formas, tamaños, dimensiones así como la discriminación de posiciones, direcciones y la comprensión y uso de componentes del lenguaje.
Las habilidades de análisis visual, necesarias para diferenciar o encontrar similitudes a pesar de que están puedan estar rotadas, incompletas (cierre visual), alteradas (constancia de la forma) o en un entorno desordenado (figura-fondo). También participan en la lectura, para discernir letras y palabras como diferentes.
Las habilidades viso-motoras o de integración visomotora serían tanto la integración entre las habilidades visuales y motoras como la integración de ambas con la percepción.
Los niños y niñas con dificultades visoespaciales suelen confundir derecha-izquierda, adelante-atrás y arriba-abajo fácilmente, así mismo también se aprecian alteraciones a la hora de ubicar de forma correcta los objetos en el espacio y pueden confundir letras especulares (como “p”, “q”, “d” y “b”). Por otro lado, también se ha podido comprobar que interfiere en el mantenimiento de la atención en tareas relativamente complejas, en algunos aspectos de las matemáticas y en la mala comprensión o incapacidad para retener la información importante al leer.
Para ejercitar estas habilidades se aconsejan actividades de que impliquen puntería, coordinación motora y atención visual, algunos de estos pueden ser por ejemplo ejercicios que traten de encontrar objetos concretos en lugares desordenados, acertijos visuales o jeroglíficos, recortables, papiroflexia, la rayuela o la comba, entre otros muchos. También nos encontramos en el mercado otra serie de juegos que son útiles para seguir desarrollando estas habilidades, como son: "Katamino", "Parquetry Block", "Geoboard", "Tricky Fingers", "Colour Code", "Tangram" o "Jungle Speed", entre muchos más.
Enlaces de compra para los juegos:
Parquetry Block: https://elalmacendejuegos.com/atencion/107-parquetry-block-765023002058.html?search_query=parquetr&results=4
Tricky Fingers: https://www.hoptoys.es/dispraxia-50-soluciones-para-el-dia-a-dia/tricky-fingers-p-1188.html
Colour Code: https://kinuma.com/es/logica-e-ingenio/3212-colour-code-juego-de-logica-para-1-jugador-5414301513476.html
Jungle Speed: http://www.asmodee.es/juegos/coleccion/jungle_speed
Referencias Bibliográficas:
Bruna, O., Roig, T., Puyuelo, M., Junqué, C., y Ruano, Á. (2011). Rehabilitación neuropsicológica. Elsiever Masson. Capítulo, 6.
Bosque, S. G. (2011). Estudio de la Integración Visuomotora en Niños con Altas Capacidades Intelectuales.
Goldstein, E.B. (2005). Sensación y Percepción. Thomson. Capítulo, 1.
Fanlo, A (2016). Estimulación de Habilidades Cognitivas Visuales a través del Juego.
Roselli, M. (2015). Desarrollo neuropsicológico de las habilidades visoespaciales y visoconstruccionales. Revista de Neuropsicología, Neuropsiquiatría Y Neurociencias, 15(1), 175–200.